Con el sugerente título de La influencia del entorno social en las decisiones de consumo de los hogares en España, publicaba el Banco de España su último artículo analítico el 8 de febrero. En él, revela que el consumo está condicionado por dos tipos de hábitos: los intrínsecos, que explican nuestro consumo presente en función de lo que consumimos en el pasado y, por otro lado, los hábitos externos, que recogen la influencia de nuestro entorno social, particularmente más cercano, en lo que consumimos.
El artículo concluye que alrededor de un tercio de lo que consumimos depende nuestros hábitos internos, mientras que otro tercio es influenciado por los hábitos externos. El ejemplo de estos últimos se encuentra especialmente más en la esfera de los bienes visibles como la ropa, la tecnología, o los automóviles que nos identifica con nuestro círculo social más próximo.
- Urgencia o necesidad
Bajo este esquema, ¿qué ocurre con los servicios profesionales? Si nos aproximamos al núcleo que nos hace demandar estos servicios surgen esencialmente elementos de urgencia o necesidad que aparecen de forma muy reconocible para las personas en las prestaciones sanitarias y sociales, así como en las jurídicas o de economía.
En términos económicos, la literatura refrenda este comportamiento pues, en buena medida, los servicios profesionales presentan un cierto nivel de inelasticidad precio de la demanda, es decir, nuestro consumo de ellos varía menos ante cambios en sus precios. Todo ello se enmarca también en el proceso de decisión que seguimos en nuestras elecciones de consumo que hemos abordado en este blog.
En términos económicos, la literatura refrenda este comportamiento pues, en buena medida, los servicios profesionales presentan un cierto nivel de inelasticidad precio de la demanda, es decir, nuestro consumo de ellos varía menos ante cambios en sus precios. Todo ello se enmarca también en el proceso de decisión que seguimos en nuestras elecciones de consumo que hemos abordado en este blog.
Igualmente, la gran mayoría de los servicios profesionales encajan en la categoría económica de bienes normales de primera necesidad. Esto es, aquellos con una inelasticidad renta de la demanda entre 0 y 1, dado que ante variaciones en la renta de un individuo, su consumo de servicios profesionales varía menos si realmente los necesita. Argumentos desarrollados en el documento de Consideraciones Económicas al Estudio de la OCDE sobre España 2017, que Unión Profesional publicó en julio del pasado año.
- La influencia del entorno social
No obstante, también es interesante realizar una aproximación hacia los hábitos que pueden afectar a nuestro consumo de servicios profesionales según la lógica que refiere el Banco de España. Con los hábitos de carácter intrínseco podríamos encontrar factores de situación económica personal y familiar, psicológicos, cuestiones a atender, etc. que influyen en el consumo que se realiza.
En cuanto a los hábitos externos, es posible conectar que cuando precisamos un servicio profesional, más allá del rastreo por internet, también valoramos significativamente dirigirnos a aquellos profesionales que están en la órbita de confianza de nuestro contexto y entorno social que nos rodea a diario o que incluso nos recomienda hacia dónde ir.
Dentro de este fenómeno se comprenden elementos de influencia como el nivel de vida, el lugar donde vivimos o incluso la posible reputación individual que obtenemos al acudir a un determinado profesional, que sea cual fuere, se espera que ofrecerá su mejor servicio dentro del sistema de profesiones colegiadas.
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