viernes, 27 de septiembre de 2013

Impactos de la #LSCP: (4) Mayor carga para el erario público

El impacto presupuestario de la normativa será positivo. Así lo afirma el Gobierno en la Memoria de análisis de impacto normativo del Anteproyecto de Ley de Servicios y Colegios Profesionales (ALSCP). En este sentido, sostiene que la eliminación de la colegiación en determinadas profesiones reduciría la carga de deducciones en el IRPF. Es decir, el Estado se ahorraría parte de la cuantía destinada a las deducciones por colegiación. Pero, ¿se han valorado todos los impactos?, ¿qué ocurriría con los ingresos y el gasto público?


Las Administraciones tendrían menos ingresos públicos… 

Si bien es cierto que el Estado se ahorraría esas deducciones al suprimir la colegiación en las profesiones -aquellas que no figuran en la Disposición Adicional Primera del ALSCP-, esa situación conllevaría una disminución mayor de los ingresos por un motivo esencial: la subida de las primas de seguro de responsabilidad civil (RC) de los profesionales.

¿Por qué se encarecería el seguro RC de los profesionales si estos no tienen colegiación?. Si para ejercer los profesionales requieren un seguro de responsabilidad civil, este experimentaría un incremento debido a dos factores esenciales:
- El suministro del seguro por el colegio profesional no ofrecería un precio más reducido, ya que no se aprovecharía la economía de escala. 
- Se produciría una percepción negativa en las compañías de seguro sobre aquellos profesionales que no estén sujetos a un control deontológico. 

Por ello, ¿qué sucedería con los ingresos públicos? Como sabemos, la estimación del número de profesionales que no tendrían que colegiarse ascendería a más 600.000. Si el 80% actual de estos aplicara una desgravación de la prima de seguro anual en torno a los 500€, según cálculos reflejados en las Alegaciones de impacto económico y social, los ingresos del Estado se reducirían en más 80 millones de euros. Una cifra sensiblemente superior a los 41 millones de euros que supone hoy la deducción de cuotas colegiales de estos mismos 600.000 profesionales. 


…y además, el gasto público aumentaría. 

Debido a tres apartados esenciales: 
  1. El coste que las Administraciones tendrían que asumir para realizar una serie de funciones de control y registro de los profesionales sin incluir la función deontológica. Función que solo puede ser realizada genuinamente por las corporaciones colegiales. Así, mediante estimaciones que cuantificarían unos objetivos mínimos de control para el Estado sobre estos 600.000 profesionales no sujetos a colegiación, se llegaría a una cifra de 66 millones de euros al año. 
  2. Un acentuado aumento de la litigiosidad. El hecho de ejercer sin sujeción a normas colegiales, provocaría crecientes costes de judicialización para la Administración de Justicia. La colegiación comporta que no se produzcan conflictos por su labor preventiva de los mismos y si llegan a ocurrir hay mecanismos colegiales para la más óptima y eficiente resolución de los mismos en sede colegial.
     
  3. Costes sociales. Como vimos en anteriores impactos, una de las consecuencias de la aplicación del ALSCP sería una degradación del empleo a medio y largo plazo tanto directos como indirectos, que se traduciría en desempleo. Por tanto, también sería de un esperar un incremento del gasto social en prestaciones y derivados.
La actual regulación de los colegios profesionales ahorra dinero al Estado, cambiar este marco normativo, implicaría un mayor precio e inseguridad para todos los ciudadanos.Un coste de oportunidad demasiado alto.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Impactos de la #LSCP: (3) Efecto negativo sobre el consumo de servicios profesionales

Según la Memoria de análisis de impacto normativo del ALSCP se afirma que el consumo de servicios profesionales sería una de las variables afectadas de forma más positiva. ¿La razón? El incremento del consumo se explica por la caída de precios, que conlleva un incremento del salario real, así como por el aumento del empleo. Pero va más allá y expone que esta nueva regulación se traduciría, en definitiva, en una reducción de los precios del 7%. De este modo, podemos extraer una conclusión principal de inicio: sostienen que la demanda de servicios profesionales es elástica. Es decir, que ante una bajada del precio de un 1%, nuestra cantidad demandada de estos servicios crecerá más de un 1%. No obstante, antes de entrar en materia, hagámonos una pregunta: ¿Si el precio del servicio de un abogado o arquitecto, como ejemplo, pasara de 100 a 93, iríamos de repente a consumir sus servicios? Más aun, ¿lo haríamos sabiendo que ya no están bajo el control colegial?

La demanda de servicios profesionales es inelástica,… 

Cuando se observan diferentes estudios que han analizado de cerca el comportamiento del mercado de servicios profesionales se encuentra una conclusión común y es que la demanda de estos servicios por los consumidores es particularmente inelástica. En este sentido, si el precio del servicio profesional se reduce un 1%, la cantidad demandada crece menos de un 1%. En concreto, al exponer los resultados de estos estudios, entre los que destacan el realizado por Mackinac Center o la consultora Copenhagen Economics, entre otros, se desprende que el grado de inelasticidad de los servicios profesionales se encuentra en el entorno del 0,5. ¿Qué significa esto?, que si el precio disminuyera un 1%, sólo incrementaríamos la cantidad demanda de servicios profesionales un 0,5%. Sin embargo, son conclusiones que operan en mercados donde los profesionales se encuentran bajo el modelo colegial. Por ello, la pregunta que subyace a estas conclusiones es cómo se comportará a partir de ahora, la demanda de los consumidores si los profesionales no están sujetos a un control deontológico a través de la colegiación. La posible respuesta la dio el economista Hayne Leland; éste sostiene que si los consumidores perciben un menor control sobre la calidad que ofrecen los profesionales, mostrarán una mayor rigidez en la demanda de estos servicios, es decir, más inelasticidad.

 …por tanto, la no colegiación dará lugar a una reducción del consumo de servicios profesionales 

Es necesario incidir en que el mercado de servicios de las profesiones colegiadas es sensiblemente diferente en su funcionamiento a otros mercados de servicios. En este sentido, una posible bajada del precio de los servicios profesionales afectados por la no colegiación no sería compensada en la misma medida por la cantidad demandada. Así, la variable consumo mostraría una bajada que según los cálculos de Unión Profesional reflejados en las Alegaciones de impacto económico y social al ALSCP podría suponer una disminución de 1.241,52 M€ en un periodo de 5 años si el precio de estos servicios profesionales prestados sin colegiación bajara un 1%. Por ello, acometer una regulación de este calado requiere un mayor y profundo análisis común entre el gobierno y las corporaciones colegiales con el fin de establecer un marco regulador lo más equilibrado posible.

viernes, 20 de septiembre de 2013

Impactos de la #LSCP: (2) Precarización del empleo y perjuicio para el ciudadano

Dentro de la serie de análisis sobre los impactos que podría causar el Anteproyecto de Ley de Servicios y Colegios Profesionales, vamos a centrarnos, en esta ocasión, en un problema clave en estos tiempos de crisis: el empleo. Una variable macroeconómica, de especial sensibilidad, que puede ser trastocada si su marco regulatorio se modifica de manera errónea.

Para vertebrar este segundo impacto partiremos del potencial evolutivo al que la memoria de análisis de impacto normativo de dicho Anteproyecto hace mención. Así, se afirma que 'el empleo equivalente a tiempo completo cae en el largo plazo, pese a que el número de ocupados aumenta ligeramente. Ello se debe a que caen las horas trabajadas por individuo, pues al mejorar el salario real, los agentes aprovechan para trabajar menos'. Pero, si se produjera este resultado, ¿se asume que los profesionales dedicarían menos horas a los clientes o pacientes ya que su remuneración aumentaría? ¿Es sostenible ese comportamiento del empleo? Veamos. 


Los profesionales no pueden dedicar menos horas a los clientes o pacientes… 

Como ejemplo extrapolable a todas las profesiones podríamos utilizar el de un abogado que presta un servicio jurídico; éste será incapaz de efectuarlo con la rapidez que pudiera exigirle un cliente si, previamente y habiendo estudiado la evolución del caso, concluye que el resultado será deficiente si no se invierte el tiempo necesario en el caso que le compete. Ocurre de igual manera en el caso de un arquitecto o un ingeniero; estos profesionales no pueden prestar un servicio con la suficiente calidad y seguridad sino invierten el tiempo necesario en la revisión y composición de un edificio o una instalación. Es decir, cuando un profesional presta un servicio profesional aplica los medios y recursos que precisa y que requieren un tiempo determinado, según sea el tipo de servicio. Esto se debe a que el profesional en cuestión ejerce dentro del modelo de colegiación actual, en base a su independencia de criterio profesional y bajo un control deontológico de su ejercicio.


…pero el Anteproyecto señala la tendencia contraria 

Dice el Anteproyecto que, al asumir un menor precio de los servicios profesionales, para que la remuneración del profesional creciera, tendría que prestar más servicios pues la demanda de los ciudadanos habría aumentado. Pero, dado que se apunta que los profesionales trabajarían menos horas, se deduce de este dato que el tiempo dedicado a cada consumidor se reduciría, por lo que estaríamos ante un claro perjuicio a los ciudadanos. En consecuencia, si el número de casos atendidos por cada profesional aumentara, reduciéndose las horas implementadas en cada servicio, asistiríamos a un crecimiento de la productividad no deseable, tanto para los profesionales como para los ciudadanos. Es decir, como profesionales, estaríamos dedicándole menos tiempo a cada ciudadano/usuario/paciente para poder facturar más clientes, lo que rebajaría considerablemente la calidad del servicio. 


Efecto más probable de la ley: Fomento de subempleo y desempleo de los profesionales

La independencia de criterio profesional, junto con el control deontológico, no tendrían efectividad ni alcance si no estuvieran articulados por el instrumento de colegiación. A este hecho habría que añadir el comportamiento característico del mercado de servicios profesionales. Y es que, si admitimos a corto plazo una ínfima entrada de operadores en el mercado al eliminar la colegiación necesaria, el incremento de la cantidad demandada de servicios profesionales por los ciudadanos sería aún menor si perciben, como hemos visto, un menor control sobre la calidad.

Por tanto, la cuota de mercado o ‘pastel’, en media, sería menor para cada profesional. Proliferaría el subempleo; una situación donde el profesional tendría que trabajar más horas. Además, otra tendencia a medio plazo sería la salida del mercado de profesionales que intentarían proveer sus servicios con mayor calidad y, sin embargo, no serían detectados por los clientes y pacientes  al no estar presente la labor de los colegios profesionales, aquellos que aportan certidumbre sobre la calidad de los servicios profesionales.  

La calidad actual de las condiciones laborales en este subsector refleja una tasa de estabilidad de empleo del 81,4% según el INE, un valor por encima del sector servicios. Introducir una ley que establezca incertidumbre perjudicaría la consistencia del empleo de las actividades profesionales, especialmente si tenemos en cuenta el impacto de género donde las condiciones laborales aún no son totalmente igualitarias. El resultado final sería una degradación en la calidad de los servicios que obtendrían los ciudadanos. Una situación nada deseable.

viernes, 13 de septiembre de 2013

Impactos de la #LSCP: (1) Menor competitividad internacional de nuestros profesionales

Hace pocos días, el Gobierno publicó la memoria del análisis de impacto normativo del Anteproyecto de Ley de Servicios y Colegios Profesionales. Entre los impactos económicos positivos, hoy nos centraremos en el que señala que la eliminación de instrumentos como la colegiación en algunas profesiones supondría una bajada de precios de sus servicios, un hecho que impulsaría nuestras exportaciones fruto de una mayor competitividad. Además, se alude que, como consecuencia de la recuperación de la demanda interna, nuestras importaciones de servicios profesionales también repuntarían. Pero… ¿son concluyentes estas tendencias en base a datos y estudios actuales sobre el subsector de servicios profesionales?

Exportaríamos menos servicios profesionales… 

En un escenario sin colegiación para determinadas profesiones, la exportación de nuestros servicios profesionales encontraría más obstáculos traducidos en términos de competitividad en relación a otros países. La razón de esta tendencia se encontraría en la pérdida de confianza hacia nuestros profesionales, en tanto en cuanto, en los países de nuestro entorno, las necesidades de colegiación están más extendidas y son señaladas y aceptadas de forma clara desde el ámbito socioeconómico y político como factor de certidumbre sobre el nivel de calidad en la prestación de los servicios profesionales que reciben los ciudadanos. 

Y es que es necesario recordar que los consumidores de este tipo de servicios, es decir, los clientes y pacientes, son más sensibles a la percepción de calidad que esperan obtener que ante variaciones en el precio. Una conclusión extraída, entre otros, del estudio de la consultora Copenhagen Economics en el año 2006. Además, Hayne Leland, economista de la Universidad de California, sostuvo que los consumidores de servicios profesionales, cuando detectan un menor control sobre la calidad que ofrecen los profesionales en el mercado, tienden a mostrar mayor rigidez en la adquisición de estos servicios. En este sentido, como sabemos, la colegiación es el instrumento de control deontológico sobre los profesionales que da lugar a esa confianza en los consumidores sobre la calidad que obtienen. Por tanto, establecer una relación basada en que la eliminación de la necesidad de colegiación produzca un impulso de nuestras exportaciones de servicios profesionales apoyado únicamente en una significativa e injustificada bajada de precios, no responde a la lógica expuesta en diversos estudios analizados.


… e importaríamos más servicios profesionales 

Del mismo modo, derivado de esta menor confianza hacia nuestros profesionales, fomentaríamos una tendencia contraproducente para nuestro saldo comercial, y es que es probable que muchos consumidores o empresas, adquirieran servicios profesionales del exterior buscando una mayor certeza y seguridad sobre el nivel cualitativo de estos servicios.


Los servicios profesionales basan su competitividad más en la calidad que en los precios 

Se ha señalado a las exportaciones como el estandarte del ligero alivio de nuestra situación económica. No obstante, la ganancia de competitividad fuera de nuestras fronteras se ha debido, esencialmente, a la drástica bajada en los costes laborales, como así reflejó, entre otros, el INE al publicar que el coste laboral por hora trabajada descendió un 0,3% solo en el segundo trimestre. El mismo porcentaje que registraron las actividades profesionales. Los servicios prestados por los profesionales no encajan en este modelo de exportaciones basado sólo en menores precios, sino que su competitividad se basa en el nivel cualitativo que aseguran y controlan los colegios profesionales a través del instrumento de colegiación. Perder este factor competitivo de nuestros profesionales en el exterior es algo que no nos podemos permitir si queremos fortalecer la posible recuperación y potenciar este subsector clave en el desarrollo económico actual y futuro.