Los datos de impacto social y económico que salían en este mes de abril aventuraban unas temidas cifras en la Encuesta de Población Activa (EPA) que ayer se confirmaron en nefastas. La ratificación de que las cosas no sólo no mejoraron en el primer trimestre del año, sino que ahondaron su caída, es clara fuera de los archiconocidos maquillajes políticos.
La tasa de paro aumentó un 1,14% respecto al trimestre anterior hasta el 27,16%. Detrás de esta cifra son ya 6.202.700 parados, muchos de ellos, profesionales colegiados. La desagregación no invita al optimismo del número menguante de ocupados, que se sitúa en 16.634.700 personas; hay que decir que donde más se destruyó empleo fue en el ámbito público, con un retroceso del 2,45% respecto al trimestre anterior bajando hasta los 2.845.800 trabajadores. Mientras, los asalariados se redujeron cerca de un 1,5% hasta los 10.776.800 y los trabajadores por cuenta propia que suman 3.012.100 retrocedieron un 0,33%.
Ante este panorama, ¿es posible extraer algún dato positivo para el sector de servicios profesionales? Veamos…
Si nos fijamos en los Indicadores de Actividad del Sector Servicios (IASS) que salieron hace pocos días, publicados en el INE, es posible sacar algunos datos significativos. Bien es cierto que, en un primer vistazo, el periodo de referencia estudiado, en términos interanuales, de febrero de 2012 a febrero de 2013 sigue marcando un cuadro económico difícil para las profesiones. La cifra, o volumen de negocio descendió un 9,2% y en el apartado de empleo, este, se redujo en un 2,5%. No obstante, la perspectiva y la profundización en el análisis de los datos, permite intuir tendencias alentadoras. ¿Cuáles?
- Si revisamos los anteriores indicadores de esta estadística, en el periodo de enero de 2012 a enero de 2013, eran peores, el volumen de negocio de las actividades profesionales descendía un 10,5% y el empleo un 2,9%.
- Y si nos referimos al periodo mensual de este año de enero a febrero y eliminamos el efecto calendario (diferentes días hábiles en ambos meses) y el efecto estacional (eliminación de fluctuaciones que distorsionan el análisis económico), el volumen o cifra de negocio de las actividades profesionales, es el subsector de servicios que más creció con un 1,5%.
Por otro lado, la Estadística sobre Sociedades Mercantiles (SM) también publicada por el INE recientemente, refrenda esta incipiente —veremos si se confirma — tendencia. Así en el mes de febrero de las 8.644 sociedades mercantiles que fueron creadas, 1.115 tenían que ver con actividades profesionales. Por el contrario, también fueron destruidas 2.568 siendo 249 vinculadas al ámbito profesional titulado. De esta forma, hablamos de una balance positivo de 866 sociedades mercantiles gestionadas por profesionales.
La tendencia económica, seguirá siendo adversa en los próximos trimestres, y aún no se vislumbra con claridad el tramo final de la recesión. Por ahora, únicamente sólo se pueden dibujar ciertas perspectivas no demasiado sólidas y una confirmación: la formación cualificada y continuada se erige como uno de los valores añadido más importantes en la empleabilidad de los profesionales y en la aportación de los colegios profesionales a la sociedad.
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