Desde diferentes organismos nacionales como supranacionales asistimos aproximadamente desde hace diez años a una fiebre de propuestas liberalizadoras en el ejercicio de los servicios profesionales y sus instituciones de ordenación y control deontológico. La Comisión Nacional de Competencia (CNC), en su informes del 2008 y del 2012, y la Comisión Europea con sus comunicaciones del 2004 y 2005 sentaron las bases sobre las que se redactó la Directiva de Servicios en 2006; más adelante se definió la Ley Paraguas y, sobre ésta, se concretó la conocida Ley Ómnibus de 2009.
Todos estos informes y legislaciones, como ya conocemos, tienen una literatura común: introducir mecanismos que favorezcan una mayor competencia entre los operadores profesionales a través de mejorar y facilitar el acceso al ejercicio al eliminar barreras de entrada y, en este punto y focalizado sobre los colegios profesionales, incorporar reformas en estos que vayan en esta senda de liberalización.
La reforma principal y eje del debate es la necesidad de colegiación. Se argumenta que es una barrera en muchas ocasiones insalvable y que no está justificada en aras de defender al ciudadano y el profesional y, además, es un impedimento para el buen desarrollo del mercado de servicios profesionales. Ante este compendio de información me surgen tres preguntas que planteo y desarrollo a continuación:
>> ¿La colegiación es una barrera injustificada desde el punto de vista económico?
El sistema económico en el que vivimos y desarrollamos nuestras actividades cotidianas, profesionales y de consumo, responde a una serie de normas y ordenación que lo vertebran y estructuran canalizando las distintas decisiones de los agentes económicos. Los elementos principales, por tanto, que sostienen esta dinámica son: la seguridad jurídica y las distintas regulaciones sectoriales que aportan certidumbre. Si atendemos a la colegiación, se trata de un instrumento esencial dentro de nuestra regulación sectorial que certifica el correcto ejercicio de los profesionales. Un instrumento del que no podemos prescindir, dados los problemas de falta de regulación que provocaron la actual crisis; máxime, en un sistema en donde cada día demandamos más seguridad y verificación para tomar decisiones de cualquier índole.
>> ¿Qué supone para un ciudadano que elige su carrera profesional la colegiación?
Cuando un ciudadano elige su carrera profesional lo hace, en la gran mayoría de los casos, por una intensa vocación que incentiva y guía a la persona en su proceso de formación y experiencia para llegar a ejercer. La colegiación significa un paso que, ciertamente, tiene un coste —cada vez más reducido— pero también tiene una contraprestación que juega en beneficio del profesional al atribuirle un mayor prestigio por controlar su ejercicio de forma independiente frente a los clientes y pacientes. Por ello, es difícil pensar que la colegiación esté siendo de manera efectiva una barrera de acceso. ¿Realmente un ciudadano que elige su carrera profesional va a dejarla de lado solo por el hecho de tener que colegiarse?
>> ¿Qué percepción existe entre los ciudadanos como clientes y pacientes sobre la colegiación?
Aunque la colegiación pueda parecer a priori un elemento ajeno al cliente o paciente, lo cierto es que constituye un elemento determinante. Dado que en anteriores entradas hemos visto que para un ciudadano es prácticamente imposible que compruebe el nivel de calidad que obtiene en un servicio, la colegiación se convierte en una garantía de seguridad para confiar en la labor del profesional. Michael Spence, Nobel de Economía en 2001, habló sobre señales de mercado afirmando que "transmitirían, de una forma constante y en equilibrio, la información desde los vendedores a los compradores o, dicho de forma más general, desde quienes poseen más información hacia aquellos que tienen menos". Si nosotros, como ciudadanos que acudimos a un profesional, sabemos que este está colegiado, es una señal de mercado que se traducirá en un seguro de confianza, ya que sabremos que el colegio profesional se encuentra detrás para examinar la labor y el correcto ejercicio del servicio que se preste.
Todos estos informes y legislaciones, como ya conocemos, tienen una literatura común: introducir mecanismos que favorezcan una mayor competencia entre los operadores profesionales a través de mejorar y facilitar el acceso al ejercicio al eliminar barreras de entrada y, en este punto y focalizado sobre los colegios profesionales, incorporar reformas en estos que vayan en esta senda de liberalización.
La reforma principal y eje del debate es la necesidad de colegiación. Se argumenta que es una barrera en muchas ocasiones insalvable y que no está justificada en aras de defender al ciudadano y el profesional y, además, es un impedimento para el buen desarrollo del mercado de servicios profesionales. Ante este compendio de información me surgen tres preguntas que planteo y desarrollo a continuación:
>> ¿La colegiación es una barrera injustificada desde el punto de vista económico?
El sistema económico en el que vivimos y desarrollamos nuestras actividades cotidianas, profesionales y de consumo, responde a una serie de normas y ordenación que lo vertebran y estructuran canalizando las distintas decisiones de los agentes económicos. Los elementos principales, por tanto, que sostienen esta dinámica son: la seguridad jurídica y las distintas regulaciones sectoriales que aportan certidumbre. Si atendemos a la colegiación, se trata de un instrumento esencial dentro de nuestra regulación sectorial que certifica el correcto ejercicio de los profesionales. Un instrumento del que no podemos prescindir, dados los problemas de falta de regulación que provocaron la actual crisis; máxime, en un sistema en donde cada día demandamos más seguridad y verificación para tomar decisiones de cualquier índole.
>> ¿Qué supone para un ciudadano que elige su carrera profesional la colegiación?
Cuando un ciudadano elige su carrera profesional lo hace, en la gran mayoría de los casos, por una intensa vocación que incentiva y guía a la persona en su proceso de formación y experiencia para llegar a ejercer. La colegiación significa un paso que, ciertamente, tiene un coste —cada vez más reducido— pero también tiene una contraprestación que juega en beneficio del profesional al atribuirle un mayor prestigio por controlar su ejercicio de forma independiente frente a los clientes y pacientes. Por ello, es difícil pensar que la colegiación esté siendo de manera efectiva una barrera de acceso. ¿Realmente un ciudadano que elige su carrera profesional va a dejarla de lado solo por el hecho de tener que colegiarse?
>> ¿Qué percepción existe entre los ciudadanos como clientes y pacientes sobre la colegiación?
Aunque la colegiación pueda parecer a priori un elemento ajeno al cliente o paciente, lo cierto es que constituye un elemento determinante. Dado que en anteriores entradas hemos visto que para un ciudadano es prácticamente imposible que compruebe el nivel de calidad que obtiene en un servicio, la colegiación se convierte en una garantía de seguridad para confiar en la labor del profesional. Michael Spence, Nobel de Economía en 2001, habló sobre señales de mercado afirmando que "transmitirían, de una forma constante y en equilibrio, la información desde los vendedores a los compradores o, dicho de forma más general, desde quienes poseen más información hacia aquellos que tienen menos". Si nosotros, como ciudadanos que acudimos a un profesional, sabemos que este está colegiado, es una señal de mercado que se traducirá en un seguro de confianza, ya que sabremos que el colegio profesional se encuentra detrás para examinar la labor y el correcto ejercicio del servicio que se preste.
De gran relevancia el papel de los Colegios Profesionales para la sociedad, el usuario y la economía, por lo que hay que hacer un esfuerzo desde los Colegios para comunicar y articular sistemas de información hacia la sociedad con la finalidad de transmitir, ahora más que nunca, la confianza y seguridad de los servicios de los profesionales a los que representa.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus comentarios!, estamos abiertos para cualquier consulta.
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