viernes, 28 de marzo de 2014

La importancia de los datos para los consumidores

Imagen mundocontact.com

«Los datos también pueden ayudar a impulsar la innovación y el compromiso cívico, permitiendo el desarrollo de bienes y servicios nuevos y más efectivos». Grant James Cameron, director del grupo datos de desarrollo del Banco Mundial, sostenía, tal y como precisa la cita, el potencial y las oportunidades que ofrece el fenómeno Big Data, en su artículo ‘Datos y desarrollo’. Las bases fundamentales ya están en marcha, sin embargo, aún hay asuntos que delimitar con precisión. Por ejemplo, quién maneja los datos y cuál es el nivel de protección de los ciudadanos

G.J. Cameron, insiste, «el tamaño y la complejidad de estas bases de datos requieren habilidades analíticas especializadas (que siguen siendo escasas), así como más investigación y experimentación». No obstante, valorar el poder de los datos para horizontalizar las decisiones de los agentes sociales siendo copartícipes, nos hará consumidores más hábiles y sobre todo, ciudadanos más críticos con lo que nos rodea. Por ello, las profesiones no quedan al margen en tanto en cuanto, la seguridad y el mejor servicio a los ciudadanos es el objetivo fundamental.

El consumidor como eje bidireccional de datos: genera y demanda

Si hay un sector en la economía, donde los ciudadanos, como clientes y pacientes demandamos datos, contrastación y, en definitiva, mayor confianza, es el de los servicios profesionales. En una sociedad donde el consumidor, cada vez más, requiere, compara y contrasta a través de diversas fuentes la información sobre el bien, o servicio, que quiere comprar, cobra todavía más importancia la responsabilidad a la hora de contratar a un profesional que nos ha de prestar su servicio en asuntos que afectan a nuestra integridad física o jurídica. Adquirimos, por tanto, un perfil activo en la demanda de datos de diferente índole sobre los profesionales para así poder tomar la mejor decisión, la más acertada. 

Si bien nos identificamos con este comportamiento de rastreo y contrastación, la otra cara de la moneda reside en los datos que generamos con nuestra actividad y búsqueda, así como cuando consumimos un bien o recibimos la prestación de un servicio. Es decir generamos datos de manera pasiva, una situación que produce preocupación y debate social. En este sentido, Marta Martínez Alonso, presidenta de IBM España, Portugal, Grecia e Israel, afirma en su artículo ‘Los datos, nuevo recurso natural’ que «es necesario mostrar a los ciudadanos los beneficios del Big Data, que somos capaces de optimizar el tratamiento de sus datos y que a la vez protegemos su privacidad».

Las organizaciones colegiales: proveedores de datos

«El verdadero valor de un proveedor de información proviene de su labor para localizar, filtrar y comunicar información útil al consumidor». Esta definición realizada por los economistas C. Shapiro y H. Varian, expertos en estudiar la dinámica de la información en los mercados, encaja con la esencia y razón de ser de los colegios profesionales. La implantación del ‘Servicio de atención a los consumidores y usuarios’, o el establecimiento de consulta en sus páginas web sobre los profesionales que están colegiados, sitúan a las entidades colegiales en una posición adelantada y propicia para seguir profundizando en una mayor interacción y recogida de datos.

Ejemplo de ello, sería un mayor nivel de detalle sobre los niveles de experiencia, formación, especialización o cercanía de los profesionales para una mejor decisión de los clientes o pacientes. Asimismo, la propia interconexión y contrastación de datos entre las distintas profesiones podría proporcionar una mayor rapidez en detectar nuevas casuísticas que afectaran a algún colectivo social ya sea en temas jurídicos, sanitarios o tecnológicos. Las posibilidades y potencial están abiertos…

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