Para continuar con esta serie de impactos que se producirían de aplicarse el Anteproyecto de Ley de Servicios y Colegios Profesionales (ALSCP), nos centraremos en dos temas de especial sensibilidad para los profesionales: la movilidad internacional y la empleabilidad. Así, desde la Memoria de análisis de impacto normativo del ALSCP se afirma que habrá una mayor movilidad de nuestros profesionales ya que la normativa actual de atribuciones profesionales «es muy restrictiva» cuando se desplazan a otro país de la UE. Por otro lado, se aduce una mayor empleabilidad al mejorar el acceso al mercado, «en particular, de los más jóvenes y por ampliar el potencial de adaptación y reconversión de nuestros profesionales». En este sentido, es necesario plantearse y analizar qué sucedería -especialmente, a los 616.000 profesionales que no tendrían que estar sujetos a colegiación- si hacemos caso a lo que la memoria dice. ¿Realmente se favorecería una mayor movilidad y empleabilidad de nuestros profesionales?
Menor movilidad internacional…
El hecho de que un profesional pueda no estar colegiado y, por tanto, no sujeto a un control deontológico supone, de facto, una desventaja comparativa con el resto de profesionales para ejercer en algún país de la Unión Europea. Y es que la colegiación, junto con el sistema europeo de reconocimiento de cualificaciones, supone un decisivo factor de homologación en el ámbito europeo. Por ello, actualmente, los colegios profesionales desarrollan una labor de asesoramiento y acompañan al profesional colegiado en el proceso de búsqueda de oportunidades laborales y asentamiento en otros países. Labor que está quedando reflejada, por ejemplo, en las jornadas de internacionalización que realizan los diferentes colegios profesionales. Prescindir de este modelo colegial, supondría un riesgo potencial, cuando hoy en día muchos profesionales buscan, con garantías, oportunidades laborales en el exterior.
…y una empleabilidad más reducida de nuestros profesionales
Si 616.000 profesionales quedaran fuera del modelo colegial, disminuirían su potencial y nivel de empleabilidad. Es decir, los profesionales serían menos permeables en el tejido productivo tanto nacional como internacional y eso impactaría en un menor dinamismo económico. La causa principal se debería a la situación que implica estar colegiado ya que posibilita la acreditación del Desarrollo Profesional Continuo (DPC). Un modelo que aporta a los profesionales una continua actualización en su ejercicio profesional y les ofrece más oportunidades para prestar sus servicios en el mercado de forma óptima. Y es que, según el estudio Unión Profesional ‘Desarrollo Profesional Continuo, una herramienta para la movilidad e internacionalización’, «un Desarrollo Profesional Continuo acreditado, de calidad, homogéneo y adecuado favorece sin lugar a dudas aspectos tan relevantes en la Directiva 2005/36/CE como el reconocimiento automático basado en condiciones mínimas de formación o experiencia profesional.»
Por último, mencionando otro estudio realizado por Unión Profesional -¿Qué más pueden hacer las organizaciones profesionales por sus colegiados en materia de empleo, empleabilidad e internacionalización?-, se incide en que «la empleabilidad mantiene una estrecha relación con las características y la preparación de un individuo como factor fundamental para encontrar empleo. Fomentando la empleabilidad, por tanto, aumentan las posibilidades de encontrar, mantener o cambiar de empleo.»
Estamos pues ante dos conceptos, la movilidad y la empleabilidad, inherentes a la competitividad de los profesionales en su ejercicio y que son potenciados desde las entidades colegiales a través del instrumento de colegiación. Por tanto, perder este factor competitivo supondría exponerse a otro riesgo más en la capacidad de recuperación y desarrollo de la economía española.
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