lunes, 9 de junio de 2014

Los Colegios Profesionales en la sociedad del aprendizaje

Imagen vistelacalle.com
«Tiene sentido centrar la atención en cómo las sociedades aprenden, y qué es lo que se puede hacer para promover el aprendizaje, incluyendo la promoción de cómo aprender a aprender» 

Con esta reflexión, el Nobel de Economía, Joseph E. Stiglitz aborda en un artículo reciente La creación de una sociedad del aprendizaje la relevancia que supone en una economía y, en definitiva para una sociedad el objetivo tan sencillo y complejo de cómo hacer las cosas mejor. Así, afirma este economista que «visualizar a través de las lentes del aprendizaje ofrece una perspectiva diferente sobre muchos temas». Temas o áreas como los servicios profesionales son un claro ejemplo.

Los Colegios Profesionales generan externalidades positivas con su aprendizaje 

Como bien dice la teoría económica, las externalidades positivas son los efectos beneficiosos sobre el resto de ciudadanos que produce una actividad con su desarrollo y que no están recogidos en sus cuentas. En el caso de las organizaciones colegiales, estas proveen de externalidades positivas a tres grupos: 
  • Ciudadanos: son los que más efectos positivos reciben. La existencia de organismos reguladores como los colegios que ejercen un control deontológico independiente sobre los profesionales otorga a los clientes y pacientes una mayor seguridad, tranquilidad y confianza sobre la calidad que reciben cuando precisan un servicio profesional. 
  • Profesionales: los servicios que prestan los profesionales son credence goods. Es decir, los clientes o pacientes no pueden discernir ex ante, durante, ni ex post el nivel exacto de calidad que obtienen. Por ello, la existencia de organismos reguladores se hace necesaria para legitimar aún más al profesional en su ejercicio frente al ciudadano.
  • Administración pública: tanto las funciones de control deontológico, la formación continuada o las distintas asesorías que realizan las entidades colegiales, además de suponer un ahorro en el gasto público, producen que el subsector de servicios profesionales sea uno de los más estables en el crecimiento económico por su credibilidad.
Toda esta labor requiere de un trabajo constante y comprometido de las corporaciones profesionales. Una tarea que no es estática sino que evoluciona en el seno de estas instituciones en busca siempre de mejorar el servicio y la atención al ciudadano y al profesional. Este aprendizaje, en el sector de las instituciones colegiales encaja con una última consideración de Stiglitz: «el aprendizaje puede ser más marcado en algunos sectores en comparación con otros, y los beneficios de dicho aprendizaje, incluyendo el desarrollo institucional necesario para el éxito, podría extenderse a otras actividades económicas».

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