A primeros de mayo, el Foro Económico Mundial (WEF) publicaba un estudio interesante con el título Digital Transformation Initiative Maximizing the Return on Digital Investments. Un documento que persigue desbrozar como impacta la inversión en tecnología de las empresas sobre su productividad y volumen de negocio. Para ello, el WEF define la tecnología en cuatro categorías concretas: tecnologías cognitivas como la inteligencia artificial o análisis big data; robótica; Internet de las cosas (IoT) para hacer cooperar dispositivos entre sí; y las tecnologías móviles y redes sociales. De este modo, construye un modelo econométrico donde vincula la inversión que se haga en estas tecnologías, en relación a los incrementos de productividad que puedan suponer. La muestra que utiliza se basa en 16.000 empresas de 14 ámbitos diferentes entre los se incluyen los servicios profesionales.
- Los servicios profesionales mejoran su productividad al invertir en tecnología
Entre los resultados que extrae de su investigación, surgen conclusiones para reflexionar. El sector químico y de materiales avanzados es que el que obtiene un mayor rendimiento en productividad por invertir en tecnología. Por cada dólar invertido, cada empleado incrementa su EBITDA (beneficio antes de impuestos y gastos financieros) en 2,6 dólares si está en una empresa puntera, o de mayor tamaño, y en 2,2 en las empresas que completan el sector. A continuación son los servicios profesionales (pueden deducirse los jurídicos, científicos y técnicos) los más destacados, pues los profesionales que operan en las empresas líderes incrementan su beneficio en 1,8 dólares por cada dólar invertido, y en 1,4 si está en una empresa más reducida. Los servicios salud, y aunque muestran datos más contenidos, mejoran sus niveles. Los profesionales en este ámbito suben su EBITDA en 1,2 dólares por cada dólar invertido si están en una entidad grande, y en 1,1 dólares si están en empresa más pequeña. En definitiva, el WEF concluye que la inversión en los distintos tipos de tecnología y su combinación es lo que realmente puede hacer crecer más su productividad. Esto es, «de cómo combinar estas tecnologías para maximizar su impacto», lo que podríamos asemejar e incluir dentro del aumento de la productividad total de los factores.
- La tecnología en favor del servicio, no del beneficio
Asimismo, cuando el WEF desgrana el tipo de tecnologías en el que más se invirtió, las industrias ligeras como los servicios profesionales, se centraron más en software, redes móviles, redes sociales y tecnologías cognitivas, en relación a las industrias más pesadas, que buscaron invertir esencialmente en robótica. Se confirma así, que se trata un perfil inversor en las profesiones focalizado en ampliar la capacidad de alcance de sus servicios y una mejor precisión en ellos. Todo, con un balance positivo que demuestra ya buenos frutos. Sin embargo, la inversión en tecnología no habría de convertirse en un fin para aumentar únicamente los beneficios y ganar cuota de mercado, ni tampoco sustituir a personal, sino como un medio necesario para ofrecer mejores servicios y más adecuados desde los profesionales a los clientes y pacientes.
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